HISTORIA CAMAYOC

Blog de Historia del Perú y del Mundo.

martes, 23 de junio de 2009

JOSÉ OLAYA BALANDRA (Chorrillos , 1782 - Lima,1823)

Olaya (por Gil de Castro)

José Silverio Olaya Balandra, nació en la Villa de San Pedro Chorrillos, fue hijo de José Apolinario Olaya y de Melchora Balandra. Desde muy joven el humilde pescador colaboró portando mensajes que mantenían comunicado a Chorrillos con la escuadra libertadora al mando de Thomas Cochrane.

El 19 de junio de 1823 se produjo el reingreso del ejército español a Lima siendo la capital ocupada por los realistas al mando de Canterac, el gobierno independiente al mando de José de la Riva Agüero , los Congresistas y las tropas del general de Antonio José de Sucre se refugiaron en los castillos del Real Felipe en el Callao. En estas circunstancias se encontraban incomunicados los Sitiados en el Callao y los patriotas de Lima. Además se desconocían los movimientos de los realistas en la capital, por tal motivo el antiguo Contador Mayor Andrés Riquero le sugirió al General Sucre utilizar para tal misión a José Olaya., que escondía los mensajes en su cesta llena de pescados.
Jorge Basadre nos dice “En contraste con la virulencia de las pasiones partidistas que perturbaban a los grandes personajes de la causa de la independencia en esos días sombríos, surgió el sacrificio del humilde pescador chorrillano José Silverio Olaya . Llevaba Olaya correspondencia de los patriotas entre Chorrillos y Callao.” (Fuente: Historia de la República del Perú , Tomo I , pág. 21 , Octava edición.)

El 27 de junio de 1823 mientras llevaba una carta del general Antonio José de Sucre José para el patriota Narciso de la Colina fue capturado en la calle de la Acequia Alta,
los Realistas dirigidos por Ramón Rodil lo sometieron a crueles torturas pero el se negó a revelar los nombres de los comprometidos en las comunicaciones.

La Editorial Sol90, en su tomo 11 de Personajes del Perú y del Mundo, pág. 1271 nos dice “ni las amenazas ni el tormento a que fue sometido – palazos, extirpación de uñas, pulgares destrozados - pudieron quebrar su silencio.”
La misma fuente agrega: “Tras comunicársele que había sido sentenciado a muerte, el ya malherido pescador chorrillano exclamó: Si tuviera mil vidas, gustoso las perdería antes de renunciar a los patriotas o traicionar a mi patria”

Los españoles lo fusilaron el 29 de junio de 1823 en el callejón de Petateros (hoy pasaje Olaya), a un costado de la Plaza Mayor de Lima.