La Batalla de Marengo

(imagen: ite.educaion.es)

La batalla de Marengo fue una auténtica pesadilla, el 14 de junio de 1800, a las tres de la tarde , Napoleón , primer cónsul y general en jefe de la república, podía considerarse vencido. Sus tropas se retiraban bajo un diluvio de proyectiles: eran las mismas que poco antes consiguieran una audaz travesía de los Alpes – como Aníbal en otro tiempo, franqueando el Gran San Bernardo -. Los austriacos se esparcieron por la llanura y el repliegue francés degeneró en verdadera desbandada. Apareció entonces el General Desaix al frente de su división, el pánico cesó en el acto y reagrupadas, las tropas francesas pasaron al contraataque. Unas horas más y la derrota inicial se convertía en espléndida victoria. El general Desaix, llegado en el momento justo, parecía haber escogido aquel instante para desaparecer, pues el auténtico vencedor de Marengo murió en el campo de batalla al frente de su división. Napoleón recogió todos los laureles y el fruto de la victoria.
Fuente: Historia Universal Tomo 33, (Carl Grimberg).

La victoria significó la ocupación francesa de Lombardía y aseguró la autoridad civil y militar de Napoleón en París.
Como hecho anecdótico se relata que Napoleón después de la batalla, llamó a su caballo “Marengo” en honor a su victoria. Incluso en su destierro en Santa Elena, recordaba Marengo como su día más glorioso.